EN MI SUEÑO
Las manos son lo último que envejece, sus manos no envejecen nunca.
Cruzó la puerta, No quiso verme a la cara,
de seguro miró mi espalda llena de nudos, se sorprendió
por el largo de mi pelo, quiso acercarse a tocarlo pero le dió pudor,
sopló el viento, las chapas en el techo empezaron a moverse.
Últimamente el frío en mis manos,
me preocupa,
el color de mi sexo,
verde esmeralda brillante,
me bajé la pollera.
Hace tiempo no soñaba.
Me quedé con la sensación de que lo tendría que haber saludado,
pero lo que era mío ya no estaba en su cuerpo, fue curioso.
La lluvia liquidó la fiesta, nos tuvimos que ir,
mis manos ya no debían secar
las gotas que se desaguan por los techos,
mi preocupación estaba puesta en cómo llegar a mi casa, la nueva.
De repente estaba arriba, en un arriba desconocido para mí,
tenía que bajar una escalera terriblemente empinada,
temí resbalar, me saqué el bolso y los zapatos, transpiré,
el sudor era el mismo del primer día de escuela,
cuando dicen tu nombre y enseguida te ubican en la fila,
y la maestra dirige las dos hileras hacia el aula,
y los padres, cada vez más chiquitos
saludan desde el mástil.
Voy a aprender el abecedario,
a izar banderas,
a escribir mi nombre en los libros,
voy a manchar los bolsillos con tinta.
3 comentarios:
ya no es raro-qué lo es sino- que los recuerdos se embarren en los caminos donde el sueño nos trae a la memoria.
sin salir aún de aquel , comienzo a soñar en un recuerdo, y otro, y otro.
el amor, nos pone verde el corazón, y el sueño lo madura, hasta que por fin, en la imanencia propia del deseo en el tiempo se vuelve piedra (preciosa) , o al reves, el sueño en su tiempo nos conduce al imanente deseo de un corazón esmeralda, verde , sí, pero lleno del amor ,de ese que une al sueño y la memoria dentro suyo; o...
Tu poema me recuerda que solo con los sueños y las palabras podemos tener conciencia de nuestras alas y volar mientras se esta despierto.
Buena poética y blog.
Espero regresar.
Un abrazo...
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