Él la comparó con lo que había soñado de ella y no estaba tan errado, pudo mantenerla limpia, solo su cuerpo encarnado en el terciopelo, su cáscara.
El viento en sus ojos le movió los párpados y volaron como mariposas, se le fueron de la cara.
Ahora Él sostiene el cuerpo muerto, parece una montaña.
Ella guarda secretos escondidos En el pelo
por eso después de las cañerías él se lo seca con la toalla.
domingo, mayo 25, 2008
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