domingo, mayo 25, 2008
En consecuencia
Te subís la corbata y cantas:
-la miel margarita, quiero beberte!
Y ella
vuelca el Florero para que comas
mientras Absorbe con los ojos el agua,
Nunca tanto placer.
Los ladrillos se desarman en Amapolas y él
la toca para que de sus brazos salgan
las libélulas y los girasoles.
Él,
río de su garganta devora el nido.
Ella,
en lo cóncavo, observa con las rodillas dobladas
intentando no se le note el pulpo en la vagina.
Sobre el banco de plaza
él decidió penetrar la humedad, y las hojas
en el piso comenzaron a volar
Como pedazos de Porcelana.
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