lunes, septiembre 13, 2010




En el filo de esa esquina donde doblan las cosas
para caerse, el aire emite perfumes.
Lo que late se está secando.
Ella pregunta a los chanchos de qué está echo el polvo
y ellos le dicen, de lo que queda de los huesos
cuando se aprietan contra el asfalto.

El tiempo corroe todas las cosas.


...............................................................................................

A mi madre la acechan los buitres

la persiguen por las noches en
los bosques oscuros del sueño, al despertar
cree que nada de eso existía, que eran de mentira
pero los buitres están en las puntas de su cama 

picoteándole los pies le sangran.
La muchacha acude bendita a limpiar la escena.
Cada mañana pan y agua para la heridita.


Con qué velocidad mis ideas se transforman en oro o en barro.

La piedra que machaco intentando quitar tu cara ahí tallada, como una alquimia que produjo mi cuerpo, las líneas se cruzan en tu espalda en tus manos. Las líneas que desconozco, lo que supongo de tu cuerpo. Las líneas que hacia algún lado debí direccionar y te convertí sin darme cuenta en una gran autopista, un camino ancho y rápido, un puente a la nada.

Aquella piedra, con la que hice una gran sopa. La piedra, de la cual saco hoy la espada mágica y golpeo tu idea de mí, mi idea de vos; el cuerpo de la piedra que ya no abres, y no espero mas, soy una cortesana deshilachando la enagua que nadie le quita.