jueves, julio 31, 2008


MANZANILLAS



Me desperté con la lengua
del ciervo en la oreja.
Es un milagro.
Todo este cielo para mí.
Ya no necesito cajas.
Las tijeras bordan
de manzanillas la tela.
Quién era yo
hace dos días,
hace tres meses?
Cigüeña detenida,
hermana de la noche.
Tu voz madruga el bosque
y me despluma.
Es cierto que lavé los guantes
aquella vez,
apenas te fuiste,
junté las migas de tu pan
y me las llevé a la boca
como el cuerpo de Dios.


Cuando se me cae un diente, él, en su transparencia de hombre santo
me cierra los ojos, acariciándolos, y lleno de entusiasmo
me lo vuelve a colocar con un clavito desinfectado.
Él está lleno de luces por dentro.
Su ser lámpara delira, centellea.


domingo, julio 06, 2008

EN MI SUEÑO

Las manos son lo último que envejece, sus manos no envejecen nunca.

Cruzó la puerta, No quiso verme a la cara,

de seguro miró mi espalda llena de nudos, se sorprendió

por el largo de mi pelo, quiso acercarse a tocarlo pero le dió pudor,

sopló el viento, las chapas en el techo empezaron a moverse.

Últimamente el frío en mis manos,

me preocupa,

el color de mi sexo,

verde esmeralda brillante,

me bajé la pollera.

Hace tiempo no soñaba.

Me quedé con la sensación de que lo tendría que haber saludado,

pero lo que era mío ya no estaba en su cuerpo, fue curioso.

La lluvia liquidó la fiesta, nos tuvimos que ir,

mis manos ya no debían secar

las gotas que se desaguan por los techos,

mi preocupación estaba puesta en cómo llegar a mi casa, la nueva.

De repente estaba arriba, en un arriba desconocido para mí,

tenía que bajar una escalera terriblemente empinada,

temí resbalar, me saqué el bolso y los zapatos, transpiré,

el sudor era el mismo del primer día de escuela,

cuando dicen tu nombre y enseguida te ubican en la fila,

y la maestra dirige las dos hileras hacia el aula,

y los padres, cada vez más chiquitos

saludan desde el mástil.

Voy a aprender el abecedario,

a izar banderas,

a escribir mi nombre en los libros,

voy a manchar los bolsillos con tinta.